Es imposible el tener un encuentro con Jesus y no reflejar su santidad.

Cada una de nosotras existe para un solo proposito: traer gloria a Dios. Fuimos creadas por El y para El. Sin embargo, hay una batalla denrto u fuera de nuestro corazon. Hay una lucha, hay un enemigo que quiere destrurnos con sus mentiras. Nuestra vida misma depende de si seguimos la VERDAD que es Jesucristo o vivimos una vida de engano que nos lleva a vivir vidas derrotadas.

Nuestro anhelo como Sus hijas redimidas debe ser que Dios reciba toda Gloria y toda la Honra. Que nuestra Manera de vivir releje la santidad de Dios en nuestra vidas.